por Carla Riverola Brutau
Murió hace 500 años pero el legado de Leonardo da Vinci (1452-1519) está más vivo que nunca en “Leonardo Cinquecento“, un documental que pone en valor la actualidad de las visionarias intuiciones del genio italiano del Renacimiento.
Con una sencilla estructura narrativa, la película compara los códices en los que Da Vinci plasmaba sus proyectos con los ejemplos de aplicaciones actuales que beben de sus observaciones, introduciendo también las voces de historiadores del arte, arquitectos, ingenieros o neurocientíficos.
La clave del documental es precisamente la referencia constante al presente, vinculando los estudios y las creaciones de Da Vinci, incluso las que no tuvieron éxito, como la construcción de alas de planeador para hacer volar al hombre, a los logros prácticos de hoy.
“Esto es precisamente lo que queríamos contar: cómo, 450 años después de la muerte de Leonardo, logramos, por ejemplo, llegar a la Luna”, destacó el director del documental, Francesco Invernizzi, en la presentación en la Asociación de Prensa Extranjera de Roma.
“Lo que era una intuición de volar, de observar el cielo, nos ha llevado a los confines del planeta, a aterrizar sobre un satélite”, añadió Invernizzi.
La película, de las productora italiana Magnitudo Film y la europea Chili, se proyectó en los cines italianos en febrero.
“Leonardo Cinquecento” trata de repasar las intuiciones del artista del Renacimiento por excelencia y explicar su fruto, un “homenaje”, según su director, “muy diferente” a todos los que se verán este año en el 500 aniversario de su muerte.
El documental aborda la inmensa herencia de Da Vinci en los campos más amplios y transversales del conocimiento, como la ingeniería militar y civil, la planificación urbana, la observación de la naturaleza, las disciplinas artísticas o la anatomía humana.
Así, por ejemplo, el espectador conoce que hace quinientos años Leonardo da Vinci ya planificó “la ciudad ideal”, que imaginó con edificios altos y calles subterráneas cuando ni siquiera se había inventado la excavadora. Una fisonomía que hoy presentan muchas de nuestras ciudades, con túneles para el metro y casas de pisos.
Ahora hay máquinas que nos mantienen literalmente vivos, se instalan prótesis biónicas después de una amputación y las lentillas, las prótesis más extendidas del mundo, son de uso común. Muchas de estas aplicaciones, como las lentes de contacto, ya fueron teorizadas por el genio florentino en 1530.
Y es que para Invernizzi, en un mundo caracterizado por niveles tecnológicos que un hombre del Renacimiento no podría llegar a imaginar, hay en todas partes “un rastro de las intuiciones” de Leonardo da Vinci.
Unas intuiciones presentes también en la aviación, ya que él imaginó los principios del movimiento y del vuelo con cinco siglos de antelación e inventó una especie de aeroplano sin motor que creía capaz de volar por las corrientes de aire.
El proyecto no tuvo éxito y él mismo se dio cuenta de que una persona por sí misma nunca podría producir la energía suficiente para elevarse, pero lo que él imaginó como posible con músculos y viento, los contemporáneos lo desarrollaron más tarde con combustibles.
En el documental, ingenieros como Maurizio Longoni, sugieren que los principios físicos de Da Vinci se han desarrollado en los aviones contemporáneos y que en la estructura del ala de un avión moderno está la sombra del artista italiano.
A pesar de que se conocen únicamente una veintena de obras de Da Vinci, la pintura es seguramente su asociación histórica más famosa, sobre todo gracias a “La Gioconda” y “La última cena”.
También en este campo, el polímata marcó precedente: las leyes de la óptica que desarrolló en sus pinturas gobiernan aún en la fotografía y la refracción.
En “Leonardo Cinquecento” emerge el “genio poliédrico” como artista, arquitecto, humanista, naturalista y estratega militar, pero sobre todo como observador incansable en perenne búsqueda.
EFE.